El desarrollo de valores humanos y cristianos, por medio de acciones que fomentan especialmente la convivencia, la justicia, la fraternidad, la interioridad y la apertura a la trascendencia, la solidaridad y el compromiso con los necesitados, son valores fundamentales de la Fundación Escuela Viva que deben respetarse.
Los educadores deben mantener una actitud reflexiva y crítica permanente hacia su propia actuación educativa para garantizar su perfeccionamiento profesional permanente, estando abiertos a evaluaciones de su desempeño con el fin de mejorar su práctica profesional.
Los educadores tratarán a todos los miembros de la comunidad educativa de forma respetuosa, sin etiquetar, sin discriminaciones de ningún tipo y sin invadir su esfera de intimidad personal física y psicológica.
Los educadores realizarán las comunicaciones con los alumnos, padres y tutores referentes a cuestiones académicas y de organización del centro a través de los cauces formales establecidos al efecto por la dirección de los centros (plataforma digital, correo electrónico institucional, etc.), dejando constancia de los mismos.
Los educadores respetarán en su actividad profesional los derechos derivados de la propiedad intelectual e industrial, estando prohibido todo acto que conlleve una vulneración de estos en el ámbito escolar.
Todos los miembros de la Fundación Escuela Viva tienen derecho a un trato justo, cortés y respetuoso por parte de sus directivos, alumnado, familias y compañeros.
Los servicios que se presten y/o contraten se deberán llevar a cabo teniendo en cuenta los fines de la Fundación Escuela Viva. Ninguna persona, ni entidad, ni empresa que tenga relación con el personal de la fundación, podrá beneficiarse indebidamente por medio de tal personal o como consecuencia del cargo que ostente la persona en el ámbito de la fundación.
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